jueves, 19 de mayo de 2011

Ay, el escorpión, el escorpión

Cómo se nota que se acerca la fecha fatídica, chicos, ésa donde a nuestra condesa sangrienta las leyes históricas le van a endosar otro añico más, ¡33!, hasta tener la edad de aquel merluzo que fue por Jerusalem diciendo no sé qué cosas de ser hijo de Alguien. (Esto es un aviso para megalómanas mesiánicas de pelo rubio.) Y ya la está tomando con el pobre little, que aquí donde le veis está haciendo un trabajillo sobre la "conferencia sobre ética" de Wittgenstein -hoy va de megalómanos la cosa-. Vuelvo al tajo pues, dear friends.
PD: Entérate bien, bihotza, Roland Garros comienza éste domingo. Y la final, que seguramente será otra batalla numantina entre Nadal y Djockovic -el bueno de Federer ya no puede seguir el ritmo, ¡y tiene 5 años menos que la fräulein!- dos semanas más tarde. Yo pongo las palomitas. Audjourd´hui a touts!

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